
Lo mejor del contenido modular
Cuando la estrategia se vuelve escalable
En pharma, cada contenido que sale al mundo es una batalla ganada contra los tiempos, los procesos regulatorios, los stakeholders y el burnout creativo. Crear una pieza puede tomar semanas. Adaptarla para otro país, otro producto o canal, puede tomar otras tantas. Ahora imagina un sistema donde no tengas que empezar de cero cada vez.
Eso es contenido modular: una forma de construir mensajes como si fueran Legos, con piezas que encajan, se reorganizan y se aprueban solo una vez.
¿Por qué importa?
Porque en lugar de generar una y otra vez los mismos mensajes desde cero, el contenido modular permite ensamblar diferentes combinaciones a partir de módulos ya validados. Se gana tiempo, se gana eficiencia y se reduce la fricción con los equipos de medical, legal y regulatory.
Pero además, se gana en consistencia narrativa y en posibilidad de escalar campañas omnicanal sin sacrificar calidad ni control.
El paso a paso del ensamblaje modular
1. Definir objetivos y mensajes clave
Todo parte del propósito: ¿qué necesita comunicar la marca?, ¿a quién?, ¿para qué? Aquí se definen los pilares narrativos y científicos que guiarán la construcción del sistema.
🧩 Ejemplo: Es como trazar el plano de una casa antes de poner un solo ladrillo. Si no sabes qué estás construyendo, cualquier pieza estará fuera de lugar. Aquí se decide el “por qué” de cada bloque.
2. Desglosar los mensajes en componentes
A partir de los mensajes clave, se extraen las unidades mínimas de contenido que se puedan aprobar y reutilizar con facilidad. Cuanto más granular, mejor.
🧩 Ejemplo: Imaginá que tienes una receta médica compleja. Divides cada ingrediente, dosis, interacción y advertencia en partes individuales. Así puedes reordenarlas o combinarlas sin reescribir la receta completa. Un componente puede ser una estadística, un claim clínico o una cita validada.
3. Construir módulos funcionales
Se ensamblan los componentes según las reglas del canal, el perfil del HCP y el momento del journey. Cada módulo debe tener sentido por sí mismo, pero también encajar en una narrativa más grande.
🧩 Ejemplo: Como armar una viñeta en una historieta médica: una escena breve que comunica una idea completa, pero que también forma parte de una historia más grande. Un módulo podría ser una slide de eDetailing que explica el mecanismo de acción con respaldo clínico y un CTA para saber más.
4. Diseñar compuestos para canales específicos
Aquí se definen las combinaciones ideales para cada plataforma (eDetailing, CLM, emailing, CRM, social media, etc.) usando los módulos como bloques preaprobados.
🧩 Ejemplo: Es como armar un kit de herramientas personalizado para cada canal. No le das el mismo maletín al visitador médico que al equipo de email marketing. Cada uno necesita sus piezas en el orden correcto, para hacer su parte del trabajo bien y rápido.
5. Documentar y versionar para escalar
Todo queda registrado, versionado y listo para adaptar por país, producto, campaña o canal. Con mínima intervención y sin volver a empezar de cero.
🧩 Ejemplo: Piénsalo como una biblioteca médica bien organizada: no se vuelve a escribir un paper cada vez que alguien lo necesita, se clasifica, se versiona y se reutiliza con criterio. Lo mismo pasa con los módulos: una vez aprobados, se versionan para nuevos contextos sin reiniciar todo el proceso de aprobación.
¿Qué beneficios aporta?
- Aprobaciones más ágiles (porque se aprueban módulos, no piezas enteras).
- Más control y consistencia narrativa.
- Mayor velocidad de producción y adaptación.
- Campañas omnicanal más robustas y coherentes.
- Mayor foco en la estrategia y menos tiempo apagando incendios.
El contenido modular no es solo una forma más eficiente de trabajar. Es una manera más estratégica de pensar el marketing farmacéutico.
Si cada palabra cuenta, cada módulo también.
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