Logra que ese contenido pase MLR

En marketing pharma, hacer buen contenido no es suficiente. Hay que lograr que ese contenido pase MLR (Medical, Legal, Regulatory) sin perder impacto, sin deformarse y sin que te pasen la lista de observaciones más larga que el mismo texto.

Y es que aquí no se trata de convencer solo a la audiencia, sino también a un comité interno que vela por la precisión científica, el cumplimiento legal y la reputación de la compañía. Suena complejo. Y lo es. Pero no imposible.

Después de años metido en este terreno, entendí algo clave: no es solo un proceso de validación, es un proceso de traducción entre mundos. El creativo, el médico, el legal y el de negocio. Y si todos hablan idiomas distintos, hay que construir puentes.

¿Cómo sobrevivir al MLR sin perder la esencia?

1. Pensar desde el inicio con criterio regulatorio

No es escribir libremente y ver qué pasa. Es crear sabiendo qué claims son aprobables, qué referencias se necesitan y cómo se debe sustentar cada afirmación. Si tu copy necesita una explicación en pie de página más larga que el mensaje… no va a pasar.

Tip: Antes de escribir, debes tener claro el status del producto, las restricciones locales y el tono permitido por la compañía. Si no sabes eso, estás disparando al aire.

2. Ser quirúrgico con los claims

No todos los beneficios son “comunicables”. Algunos deben sustentarse con estudios específicos, otros deben tener disclaimers, y otros simplemente no se pueden decir. La clave está en saber qué sí se puede decir —y cómo— sin poner en riesgo la aprobación.

Ejemplo: Si quieres decir que un medicamento es “rápido y efectivo”, necesitas un estudio clínico doble ciego, randomizado, con referencia clara. Si solo tienes una percepción de médico, tienes que reformular.

3. Sustentar TODO (incluso lo obvio)

En pharma, nada es “de sentido común”. Si dices que algo mejora la adherencia, tiene que estar sustentado. Si muestras una imagen, debe corresponder al target aprobado. Si pones un dato, tiene que tener fuente. Hasta la tipografía y los colores pueden ser observables.

Analogía: Es como presentar un caso en corte: cada palabra es una prueba, cada imagen es evidencia. Sin soporte, no hay argumento válido.

4. Usar lenguaje que construya sin prometer

La promesa directa (“cura”, “el mejor”, “previene”, etc.) es terreno minado. Mejor moverse con expresiones como “puede contribuir a…”, “ha mostrado…”, “se asocia con…”. No es maquillar el mensaje, es saber cómo sostenerlo sin caer en claims prohibidos.

Tip de estilo: Cambiá “el medicamento reduce la presión arterial” por “el tratamiento ha mostrado reducción significativa de la presión arterial en estudios clínicos”. Un pequeño cambio de forma que puede salvar semanas de revisión.

5. Prototipar con tu equipo de MLR, no contra ellos

Trabajar con medical y legal desde etapas tempranas ahorra dolores de cabeza. Pedir retroalimentación antes del envío oficial es oro puro. No lo veas como censura, pensalo como afinación.

Ejemplo real: Presentar un módulo visual en wireframe y validar conceptos antes de pasar al diseño final puede reducir a la mitad el tiempo de ida y vuelta con compliance.

El objetivo no es evitar el MLR. Es convertirlo en parte del proceso creativo.

La creatividad en pharma no es limitada, es calibrada. Entender los marcos regulatorios permite jugar dentro de ellos con más inteligencia. Porque sí, se puede ser creativo y regulatoriamente impecable.
Y cuando logras eso, el contenido no solo pasa MLR: también conecta, informa y diferencia a tu marca en serio.

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