
Sufrí haciendo mi blog
“Hacer un blog en WordPress, además de quitar el tiempo que no tengo, es bastante engorroso y complicado por la cantidad absurda de herramientas, plugins, opciones y microdecisiones que hay que tomar. Dios… estoy escribiendo como la mierda, solo espero que se entienda cada palabra que estoy tipeando en este momento”
Juancka Frustrado
Pero aquí estoy. Porque a pesar del caos, del código que no entiendo, de los errores que aparecen de la nada y de esa ansiedad constante de “esto nunca va a quedar bien”, hacer un blog empieza a valer la pena. Y entonces pensé: bueno, si ya sufrí yo, que no sufran otros (tanto).
Así que aquí van 5 cosas que me hubiera gustado saber antes de empezar este hermoso y frustrante proceso. Y ojo, que incluso si las hubiera sabido… probablemente igual me habría dado pereza. Pero qué le vamos a hacer, aquí vamos:
1. La gestión de la frustración es tan importante como el diseño
Spoiler: nada funciona a la primera. Nada. Vas a instalar un plugin que promete ser “súper simple” y no va a aparecer. Vas a querer cambiar el color de un botón y va a terminar cambiando media plantilla. Vas a hacer un backup que se va a ir al carajo. Respiro profundo, un café, y vuelta a empezar. El cacharreo es así: prueba y error, mucho error. Y luego… ¡oh sorpresa! Funciona.
2. Vas a dejar cosas sin terminar. Y eso está bien.
La ansiedad de no saber cómo carajos se arregla algo, o de dejar una sección a medias, es real. Pero hay que hacer las paces con la incertidumbre. No todo se resuelve en el momento. A veces hay que dejarlo “pendiente” y volver con cabeza fresca. A veces las respuestas llegan dormidas, o en una conversación con ChatGPT. No te ahogues en el perfeccionismo.
3. Siempre estará en versión beta
Tu blog nunca va a estar terminado del todo. Jamás. Siempre habrá algo por mejorar, ajustar, cambiar. Y eso no es un defecto, es lo bonito del asunto. Es un organismo vivo. Un jardín que se riega y se poda. Una obra en proceso. Y eso está bien.
4. No le tengas miedo al código (ChatGPT te cubre la espalda)
No necesitas ser desarrollador, pero sí es buena idea perderle el miedo al código. Entender qué hace un snippet, saber cómo editar un CSS sin colapsar todo, tener noción de qué plugin hace qué. Y sí, puedes preguntarle todo a ChatGPT. Todo. Desde “¿qué hace este shortcode?” hasta “¿cómo alineo este texto sin dañar el universo?”.
5. Cacharrea todos los días
La única forma de aprender a usar herramientas digitales es usándolas. Rompiéndolas un poco. Volviéndolas a instalar. Combinándolas. Cada día que cacharreas, aprendes algo nuevo. Y ese conocimiento se acumula. Lo que hoy te toma 3 horas, mañana será un clic. Pero para llegar ahí, hay que jugar. Ensuciarse las manos. Armar y desarmar.
De seguro hay más consejos, pero estos cinco me habrían salvado varios dolores de cabeza, especialmente el de gestionar la ansiedad de no tener todo bajo control.
Porque como todo en la vida: hay que practicar hasta cogerle el tiro.