“Entre el ridículo y el triunfo hay solo un paso; normalmente, es el que te hará crecer. En el obstáculo reside el camino; en el ridículo, lo sublime”. Estas palabras de Guillermo del Toro capturan la esencia de su enfoque en el cine. Para aquellos no familiarizados, Guillermo del Toro es un director, guionista, productor, novelista y ganador del Oscar. Su relevancia en este post radica en su perspectiva única sobre cómo las grandes historias en el cine no se centran tanto en el “qué”, sino en el “cómo”.

Existe una concepción errónea de que el storytelling es simplemente “el arte de contar historias” con una estructura narrativa que conecta emocionalmente con el público. Sin embargo, el storytelling trasciende esta simpleza. No se trata solo de contar historias, sino de cómo las narramos, desde qué perspectiva, a quién y en qué momento.

El “cómo” es más importante que el “qué” porque permite contar una historia ya conocida desde una perspectiva inexplorada. Por ejemplo, si adoptamos la estructura del viaje del héroe, que es ampliamente utilizada, podríamos innovar narrándola desde el punto de vista del villano, ofreciendo una nueva visión y exponiendo valores distintos.

Claro está, es fundamental considerar los valores y el mensaje que la marca desea transmitir para dar coherencia a la historia. Realizaré un ejercicio de storytelling para demostrar la fuerza del “cómo” en esta técnica:

Historia convencional: “Una persona entra a una tienda a comprar una bebida refrescante para combatir el calor. Toma la bebida de la marca, la consume y muestra una expresión de satisfacción”.

Perspectiva 2: “El sol, quien es el protagonista, intenta agobiar a todos los seres del mundo, pero fracasa ante un individuo que se refresca con la bebida de la marca. El sol no es rival para lo refrescante que es”.

Perspectiva 3: “El protagonista es un balón de fútbol, que se siente feliz mientras rueda entre los pies de los deportistas. Sin embargo, el cansancio lo alcanza y se detiene, triste, hasta que su ánimo mejora cuando los deportistas se refrescan y continúan el juego”.

Perspectiva 4: “La bebida de la marca ahora es el entrenador de los deportistas, y está a punto de darles la lección más importante: no deben permitir que la sed ni el calor arruinen su juego”.

Aunque estas ideas aún están en desarrollo, ilustran claramente el poder del storytelling para ofrecer nuevas formas de contar una historia, descubriendo ubicaciones diferentes dentro de la narrativa para conectar con el público desde otro ángulo, cambiando protagonistas o añadiendo contextos novedosos.

Guillermo del Toro aplicó este enfoque a su versión de “Pinocho”, un relato que hemos visto innumerables veces pero visto desde una perspectiva totalmente distinta.

En resumen, el arte del storytelling trasciende la simple narración de eventos. Tal como Guillermo del Toro nos muestra con su obra, explorar distintas perspectivas y enfocarse en el “cómo” de la historia puede revelar dimensiones profundamente ricas y emocionales que de otro modo permanecerían ocultas. Al desafiar los enfoques convencionales y experimentar con puntos de vista innovadores, podemos no solo capturar la atención de nuestra audiencia, sino también resonar de manera significativa en sus vidas. Así, el storytelling se convierte en una herramienta poderosa que, más allá de contar historias, nos permite conectarnos con los demás a través de experiencias compartidas y visiones únicas del mundo.